nos zarandea
y nos estruja.
La vida disimula
mientras se sucede,
y nos tiende
una especie de mano
con la que no atinamos
a salir de la zanja
de su maravillosa trampa,
donde esconde su sabiduría
en forma de instantes,
del día tras día.
La vida nos invita
a ser lo que queramos ser,
a sentir, a amar, a desear...
y nos palpita.
La vida ni nos cambia
ni nos da tormento,
simplemente nos dedica
todo su tiempo.
lorenlome